Para el líder blanco
los actuales niveles de producción del holding de la Corporación Venezolana de
Guayana, solo son comparables a las cifras alcanzadas durante el final de la
década de los 70 y principios de los años 80, cuando las empresas se erigían
tímidamente como la alternativa no petrolera más rentables del país, sueño que
quedo solo en el pensamiento y anhelo de miles de guayaneses, ante la quiebra
inminente del parque industrial.
“Producción de las
empresas básicas de Guayana ha retrocedido durante los últimos 16 años,
producto del modelo económico anacrónico impuesto por la revolución, llevando
la productividad a niveles históricos, solo comparables a los inicios del
parque industrial no petrolero más importante de Venezuela”, así lo dio a
conocer el secretario de organización de Acción Democrática, Ramón Zacarías.
Para el líder blanco
los actuales niveles de producción del holding de la Corporación Venezolana de
Guayana, solo son comparables a las cifras alcanzadas durante el final de la
década de los 70 y principios de los años 80, cuando las empresas se erigían
tímidamente como la alternativa no petrolera más rentables del país, sueño que
quedo solo en el pensamiento y anhelo de miles de guayaneses, ante la quiebra
inminente del parque industrial.
“De acuerdo al más
reciente informe del Ministerio de Industrias la producción de acero y aluminio
en Venezuela retrocedió a niveles de hace tres décadas, producto de la
obsolescencia de los equipos y el amplio burocratismo revolucionario que junto
a los enchufados de turno dilapidaron en menos de tres años el plan de
inversión contemplado en el Plan Guayana Socialista”.
Zacarías aseguró que
el programa, apéndice de las políticas económicas maltrechas impuesta por la
revolución solo sirvió para enriquecer las arcas de los presidentes de las
empresas básicas y su sequito de genuflexos líderes sindicales, conllevando a
la pérdida de una oportunidad de oro para la consolidación de Guayana, como
potencia económica de Venezuela y el mundo.
“A través del Plan
Guayana Socialista y el Control Obrero el país perdió una oportunidad de oro
para arrancar nuestra industria, pues la clase trabajadora estaba comprometida
a hacerlo; sin embargo los elevados niveles de corrupción solo dejaron tras su
paso tímidas inversiones, obsolescencia de los equipos y constantes conflictos
laborales, producto de la negativa de discutir las convenciones colectivas con
los trabajadores”.
El secretario de
organización de Acción Democrática , señaló que en el caso específico de
Alcasa, el año pasado solo produjo 28.798 toneladas de las 170 mil toneladas que
posee de capacidad instalada.
“Venalum, produjo
109.536 toneladas métricas del metal en 2014, lo cual constituye una
contracción de 14%; cifra que se incrementaría, si tomamos en cuenta la pérdida
de la pureza de su aluminio lo cual constituye una depreciación de su producto
final”.
Zacarías reveló que
la baja producción hay que sumarle las abultadas nóminas, las cuales colapsan
progresivamente la capacidad económica de la industria, conllevando a que un
número significativo de la producción final de las empresas básicas sea importado.
“Frente a la baja
producción y falta de equipos muchas de las empresas han optado por importar
aluminio y venderlo en el mercado nacional, gracias a la doble banda cambiaria,
lo cual le permite honrar compromisos laborales y mantener sus arcas con capacidad
de pago reducida”.
Nuevo Modelo
Para el secretario de
organización de Acción Democrática, la salida a la actual crisis que enfrentan
las empresas básicas no pasa por la nueva entrega de recursos para su
adecuación tecnológica, sino por una sinceración y fiscalización de cada una de
sus procesos, que impida la malversación de los recursos, garantizando un uso
adecuado de la inversión.
“Más allá de la
aplicación de un nuevo Plan Guayana Socialista, que solo beneficiará a los
enchufados de turno, los trabajadores de Guayana requerimos respuestas
concretas, sobre los planes de inversión y cronogramas de aplicación con el fin
de impulsar la producción de cada una de nuestras empresas básicas”
Zacarías, reveló que
de manera paralela el sector requiere un cambio en el modelo económico que
permita la reactivación del parque industrial de la CVG y garantice su
rentabilidad.
“Nada hace el Gobierno
invirtiendo recursos en nuestras empresas si el modelo económico actual se
mantiene. Nuestras empresas básicas han de ser capaces de comercializar todo lo
que producen con el fin de convertirse en la alternativa no petrolera que tanto
deseamos los guayaneses” (Prensa AD)