Freddy Valera: Creer que los captahuellas impedirán contrabando de alimentos es afirmar que en el CNE no existe fraude

    El parlamentario reveló que mientras la escasez de alimentos ronda el 90% y la inflación anualizada el 60%, la única repuesta del ejecutivo nacional es la implementación del nuevo sistema biométrico, que no garantiza ni impide el tráfico de alimentos a otros países, pues quienes hoy controlan las fronteras para impedir el contrabando, son los mismos que la custodiaban desde hace quince años, convirtiendo el combate al contrabando en una gran falacia.
 
“Considerar que el nuevo sistema de biométrico para la compra de alimentos en el país impedirá el contrabando de alimentos, es afirmar que el usos de las captahuellas por parte del Consejo Nacional Electoral impide el fraude electoral y eso no es cierto”, así lo dio a conocer el diputado a la Asamblea Nacional por Acción Democrática, Freddy Valera.
Para el parlamentario, la implementación del nuevo sistema vulnera de manare flagrante el derecho a la alimentación de todos los venezolanos, al limitar el poder de comprar e impedir el libre acceso a los alimentos e insumos.
“En un país dónde la frase cotidiana más común es no hay?, es imposible que los alimentos y productos lleguen a los anaqueles por obra divina, tras la simple utilización del sistema biométrico, ya que en los estados donde ha sido aplicado no ha reducido las colas o ni los enfrentamientos por alimentos.”

Al borde del abismo
Valera, indicó que mientras los niveles de producción no se incrementen y los productos no lleguen mensualmente a los anaqueles, y no cada seis meses como ocurre en la actualidad, la situación alimentaria y de medicamentos en el país será una bomba de tiempo y el caldo de cultivo propicio para un estallido social.
“Mientras la escasez de alimentos, medicina, repuestos y electrodomésticos se agudizan en el país, y nuestros hermanos mueren de mengua en los hospitales ante la falta de insumos; el gobierno no termina de anunciar medidas económicas concretas para superar la crisis”.
El parlamentario, aseveró que hasta ahora ninguno de los venezolanos sabe con certeza si hemos llegado al fondo del precipicio o estamos en el umbral del abismo, lo cierto es que la situación actual ha incrementado la conflictividad social.
“Pelearse en las colas, madrugar a las 2 de la mañana para estar entre los primeros de la fila, dejarse marcar el número en el brazo como si fuera ganado o revender el puesto para los que no quieren perder 4 ó 6 horas en la cola esperando bajo un sol inclemente o solicitar un día de permiso en el trabajo para comprar dos alimentos por personas, se han vuelto en elementos cotidianos en las diferentes colas de los supermercados”.  
Valera, afirmó que mientras la escasez de alimentos ronda el 90%, la única repuesta del Ejecutivo Nacional es la implementación del nuevo sistema biométrico, que no garantiza ni impide el tráfico de alimentos a otros países, pues quienes hoy controlan las fronteras para impedir el contrabando, son los mismos que la custodiaban desde hace quince años, convirtiendo el combate al contrabando en una gran falacia.     

Realidad social
Para Valera el nuevo sistema biométrico no es más que una vil copia electrónica de la tarjeta de racionamiento cubana, la cual lleva años aplicándose desde hace años en la isla caribeña para el control de la población.
“Este mecanismo no sólo busca impedir la salida de alimentos de nuestro país sino el control y sumisión de la población, mediante la comida, ya que a través de estas captahuellas permiten conocer y restringir lo que los ciudadanos compran y dónde compran sus alimentos, permitiendo mantener un estrecho control social de la población ya que estos datos son los mismos que el CNE usa durante las elecciones para conocer para verificar la identidad de los electores en las mesas de votación”.
El parlamentario, aseguró que la salida a la crisis económica que enfrenta el país está en el incremento de la producción nacional mediante el incentivo y la apertura del capital privado.  
“La estatización de nuestra industria y campo han conllevado a una caída dramática en las actividades productivas entre un 45 y 60%, incrementado los niveles de desempleo que superan el 10%, con informalidad de más del 50% y los niveles de pobreza en sus zonas rurales son los mayores del país con más del 60%”.
Valera, reveló que la mayoría de las empresas estatizadas se encuentran produciendo por debajo del 50% de su capacidad instalada pese a que la inversión realizada por el Gobierno Nacional es tres veces mayor a la del sector privado.
“El 80% de los alimentos que no se importan en el país son producidos por el sector privado, que a pesar de las trabas, la falta de insumos y dólares para la compra de materia prima han logrado mantenerse operativas”.
A juicio del parlamentario, es a través de este trabajo coordinado del sector privado que se puede lograr el combate efectivo de la escasez y garantizar la alimentación de los venezolanos. (Prensa AD)         

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