El parlamentario señaló que la
indignación de un pueblo no se detiene con balas ni perdigones, se hace con ideas
y propuestas concretas que satisfagan sus necesidades, que hasta ahora el
régimen ha sido incapaz de idear
“El uso cada vez más exacerbado de
perdigones, bombas lacrimógenas y grupos paramilitares no acallarán la voz de
un pueblo que exige libertad de manera pacífica y organizada en cada una de las
calles de Venezuela”, así lo dio a
conocer el diputado a la Asamblea Nacional Freddy Valera.
El parlamentario criticó el asedio
sufrido por comunidades como Los Mangos en
Puerto Ordaz, El Tigral en Valencia y Chacao en Caracas, que noche tras
noches reciben los embates de un régimen anacrónico, que busca a toda costa
perpetuarse en el poder.
“El uso de más de 500 bombas
lacrimógenas por hora, por parte de los organismos nacionales, así como la cada vez más frecuentes violaciones de
derechos humanos, como las ocurridas en la Universidad Central de Venezuela por
parte de grupos paramilitares pro gobierno dan cuenta de la poca disponibilidad
de dialogo que existe en el país”
Balas
y perdigones
Para
Valera es esta poca disponibilidad de diálogo sincero la que ha conllevado a que el país transite por
una espiral de violencia que de mantenerse puede llegar al punto de no retorno.
“La indignación de un pueblo no se
detiene con balas ni perdigones, se hace con ideas y propuestas concretas que
satisfagan sus necesidades y que hasta ahora el régimen ha sido incapaz de
crear”
El parlamentario destacó que si el
gobierno de Maduro hubiese usado la mitad de los efectivos militares y
policiales usados en la actualidad para reprimir a estudiantes, en el combate
de la delincuencia más de 24 mil familias venezolanas no estuviesen de luto por
la pérdida de un familiar a manos del hampa.
“Si la mitad del dinero usado para la
compra de equipos antimotines se hubiese usado en compra de alimentos,
medicamentos a hospitales y proyectos de desarrollo económico la realidad de Venezuela fuera otra”.
Sin
repuestas
Valera reveló que los principales
problemas del país como la inseguridad, la inflación y la escasez continúan sin
repuestas ante las exigencias de los venezolanos, de allí la drástica caída en
la popularidad de Maduro.
“La más reciente encuesta del Ivad señala que el 57,3% de los entrevistados contestó
afirmativamente que Nicolás Maduro no
ha dado la talla y el país se le fue de las manos y se está convirtiendo en un
dictador y eso es parte de la realidad que enfrentamos los venezolanos”.
Para el parlamentario la lucha por la libertad no es tarea de un día, sino
de la constancia y dedicación empleada por cada uno de los venezolanos en sus
diferentes trincheras de lucha para concretar un solo objetivo el bien común de
todos los venezolanos. (Prensa AD)