“La inflación
galopante y la maxidevaluación del bolívar a través del Sistema Marginal de
Divisas (Simadi), convirtieron el salario de los trabajadores guayaneses en sal
y agua, impidiendo costear los costos de la cesta alimentaria” así lo dio a
conocer la diputada al Consejo Legislativo al Estado Bolívar por Acción Democrática,
Nelly Frederick.
Para
la parlamentaria, el nuevo sistema cambiario vino a deteriorar aun más el
salario mínimo de los trabajadores que en el mes de enero, solo representó el
26,87% de la canasta alimentaria.
“Solo
en el mes de enero la canasta alimentaria aumento 10,39%, llevando la canasta
alimentaria a más de 18 mil bolívares, unos tres salarios mínimos, lo que
imposibilita la compra de alimentos para las casas obreras”.
Frederick,
aseveró que estos elementos aunado a la contracción económica que enfrenta el
país, generan el caldo de cultivo propicio para que la inflación sobrepase el
100% una de las más altas del mundo.
“El mes de
febrero se ha convertido en una fecha nefasta para los venezolanos en materia
económica, hace 32 años se produjo la primera macro devaluación del país la
cual desvaneció la bonanza petrolera de la década de los 70, en el año 2013
cuando ocurrió una segunda devaluación de 30% cuando el régimen decidió fijar
el nuevo mercado cambiario pasando el dólar de 4,30 a 6,30, y ahora en pleno
siglo XII cuando la moneda fue devaluada en más de 200%, al situarse en 174,46
bolívares por dólar ”.
Problemas latentes
A juicio de
la parlamentaria, el nuevo Simadi no sincera por completo el mercado cambiario
nacional, el cual continúa manteniendo un amplio diferencial cambiario, tomando
en cuenta los precios de la moneda internacional que se ofertan a través del
Cencoex y Sicad, que difícilmente puede evitar la escalada progresiva de la
inflación.
“El nuevo
sistema cambiario lejos de favorecer el repunte de la económica, conllevará a
una mayor inflación, escasez y desabastecimiento producto de la poco oferta y
las elevadas pérdidas ocasionadas por la devaluación a las grandes
trasnacionales, las cuales en su mayoría mantienen una importante cantidad de
divisas para su repatriación”.
Frederick,
auguró un viacrucis económico para los guayaneses que deben hacerle frente al
aumento de la gasolina en los próximos meses, el cual de ser similar a la
devaluación agravará aun más el maltrecho bolsillo de los venezolanos.
“Las grandes
inversiones publicitarias realizadas por el Gobierno Nacional en las diferentes
redes comunicacionales, sobre la incidencia que constituye vender un bien por
debajo de sus costos de producción, así como los anuncios del vicepresidente
para el Área Económica, general Rodolfo Marco Torres, en los que hace
referencia que un caramelo cueste más que un litro de gasolina y que el pueblo
debe pagar el precio justo, nos obliga a estar alerta sobre un amento sin
precedentes”.
Caradurísmo
La
parlamentaria, aseveró que el nuevo aumento supone una paradoja cuando se
compara con la cantidad de crudo vendido a las naciones de Petrocaribe y Cuba
por debajo de su valor nominal, por el simple de hecho de obtener su apoyo
irrestricto en la comunidad internacional.
“Como
demócratas y como precursores de la independencia petrolera, creemos que las
medidas económicas impuestas por el régimen deben ir acompañadas por una amplia
austeridad fiscal, caracterizada por el cese en la entrega de los recursos
económicos de los venezolanos a otras Naciones, el cese del uso de los recursos
del Estado por funcionarios públicos para actividades domesticas y de
transporte de familiares y la eliminación del trato especial a la familia
expresidente Hugo Chávez”.
Frederick,
exhortó a la población venezolana a no dejarse manipular con los planes de
magnicidio denunciados por el presidente Nicolás Maduro, los cuales solo buscan
impedir que el pueblo reaccione frente a los constantes abusos y atropellos que
comete el Gobierno Nacional en contra de la población.
“Desde Cadivi, pasando por el Sitme hasta llegar
al Sicad y Cencoex, os seis tipos de
cambios implementados por el Ejecutivo Nacional para eliminar la brecha entre
el dólar oficial y el paralelo, así como la inflación han sido en vano, para lo
único que han servido es para hacer más ricos a los enchufados de turno”. (Prensa AD)