Para el parlamentario
acciondemocratista la ineficacia del gobierno, se traduce en la pérdida de la
calidad de vida de los venezolanos, quienes además del hampa y la inflación,
ahora deben sortear la pérdida de electrodomésticos y alimentos por la falta de luz.
“Desde el 29 de abril del año 2008, cuando ocurrió
la gran falla en la red de distribución
eléctrica en la Gran Caracas, que afectó diez
estados del país: Anzoátegui,
Aragua, Bolívar, Carabobo, Lara, Miranda, Táchira, Zulia, Monagas y Nueva
Esparta y la Región Capital, los venezolanos hemos comenzado a experimentar un
deterioro progresivo en nuestra calidad de vida, producto de las contantes
fallas del servicio eléctrico, pese a
las constantes inversiones que en esta materia ha realizado el ejecutivo
nacional, las cuales en su mayoría se han dilapidado en el sobreprecio de
equipos y otras irregularidades”, así lo dio a conocer el diputado a la
Asamblea Nacional por Acción Democrática Freddy Valera.
Para el parlamentario esas alarmas del pasado,
fueron omitidas y catalogadas en su momento como un hecho fortuito, situación
que ha conducido a que el país atraviese su peor crisis energética, tras más de
15 años de desinversión y planificación.
“La actual crisis que enfrentamos los venezolanos
en materia eléctrica y que afectó sólo el día viernes a más de once estados del
país, tras una falla en la línea San Gerónimo-La Arenosa, solo es comparable a
la que viven los países que enfrentan conflictos armados”.
Teorías
conspirativas
Valera, indicó que desde la teoría de la iguana
come cable hasta el sabotaje por parte de trabajadores de Corpoelec, el
gobierno nacional ha creado una serie de matrices orientadas a acallar su
ineficacia y la corrupción en el manejo del sistema eléctrico.
“En reiteradas ocasiones el Gobierno Nacional ha
atribuido este tipo de eventos a una guerra eléctrica, auspiciada desde el
imperio y ejecutada por la oposición, situación que no se ajusta a la realidad,
ya que el sistema eléctrico venezolano carece de la capacidad, la confiabilidad
y la estabilidad que se requiere para ofrecer un servicio adecuado, producto de
la falta de planificación y ejecución de obras”.
El parlamentario reveló que hasta la fecha el
ejecutivo nacional ha inyectado al sistema eléctrico venezolano más de 60 mil
millones de dólares, los cuales se han
dilapidado en su mayoría en pagos de
comisiones, compra de insumos en obsolescencia y elevados niveles de
corrupción, impidiendo así contar con un sistema eléctrico blindado y de
primera.
“En 15 años de revolución, el presupuesto del
sistema eléctrico nacional fue 120% superior al presupuesto invertido en el
sector durante los 40 años de democracia, unos 48 mil millones de dólares, el
cual nos permitió contar con uno de los mejores servicios de electricidad del
continente”.
Incapacidad
comprobada
Valera, aseguró que más allá de los gastos
propagandísticos realizado por el Gobierno Nacional para execrar del
pensamiento colectivo los logros de la IV República, la realidad es que un
amplio porcentaje de las centrales y máquinas de generación energética
instaladas por los gobiernos democráticos son los que mantienen operativo el sistema, debido a las malas
inversiones y falta de planificación que ha caracterizado al régimen.
“Desde el
arribo del comandante supremo al poder, en Venezuela se han emitido al menos
dos decretos de emergencia eléctrica, los cuales solo han servido para la
militarización del sector y la compra de insumos y equipos con sobreprecios que
rondan entre un 200% y 300% del valor nominal del producto, dejando al pueblo
sin respuesta y sin servicio eléctrico cada vez que una de estas plantas
colapsa”.
En tal sentido, Valera instó al ministro para
la Energía Eléctrica, Jesse Chacón, a que le explique al pueblo de
Guayana, el por qué de la paralización de los trabajos de la Central
Hidroeléctrica Tocoma, así como de otros programas e infraestructuras
paralizadas, las cuales ampliarían la oferta eléctrica nacional e impedirían
los constantes apagones.
“El Ministro Jesse Chacón, así como sus
predecesores deben explicarle a los venezolanos como el país en sólo 15 años de
revolución, paso de ser un país exportador de energía eléctrica a convertirse
en importador del servicio y principal comprador de tecnología en obsolescencia”. (Prensa
AD)