González aseveró que el único culpable
de la grave crisis que hoy enfrentan nuestras empresas básicas es el gobierno
nacional que a través de un modelo anacrónico como el socialista pretenden
responsabilizar a la clase trabajadora de la situación que enfrentan para
entregárselas a China en bandeja de oro.
“Sidor es el reflejo de la incapacidad
de un régimen anacrónico, anti-democrático y anti-obrerista incapaz de resolver
los problemas de los venezolanos”, así lo dio conocer la concejal de Acción
Democrática ante el Consejo Municipal Socialista de Caroní, Aida González.
Para la representante de la tolda
blanca, la solución al conflicto que hoy enfrenta Sidor y la mayoría de las
empresas básicas no está en una política represiva que incremente la violencia
entre las partes, meno aun través de la venta de sus activos a capitales
foráneos como China, que irrespeta el valor del trabajador, sino a través del
establecimiento de controles que impidan el enriquecimiento fraudulento de la
mayoría de sus directivos, controlen la venta de reportes y garanticen el uso
eficiente de los recursos invertidos.
“La culpa de la quiebra de las empresas
básicas y especialmente la de Sidor no puede recaer en las organizaciones
sindicales, pues ellas no manejan el presupuestos, compran la materia prima en
obsolescencia o negocian la venta de productos terminados a mafias organizadas
para su reventa”.
Un
único responsable
González, aseveró que el único culpable
de la grave crisis que hoy enfrentan nuestras empresas básicas es el gobierno
nacional que a través de un modelo anacrónico como el socialista pretenden
responsabilizar a la clase trabajadora de la situación que enfrentan para así entregárselas a China, sin
incrementar la producción, mejorar la rentabilidad y garantizar la
operatividad.
“Hace
15 años antes de la llegada de la revolución bolivariana la mayoría de nuestras
empresas y sus trabajadores rompían año tras año los records de producción,
elemento que tras la aplicación del modelo socialista no ha podido igualar,
debido entre otras razones a sus altos niveles de producción”.
González reveló que antes de la
nacionalización, Sidor en manos de Ternium producía 4.300.000 toneladas de
acero líquido, 370.000 toneladas de cabilla anuales y generaba ganancias por
704.000.000 de dólares, cifras que disminuyeron significativamente tras el arribo
del hecho en socialismo, cuando la empresa pasó a producir 1,5 toneladas de
acero líquido, 200 mil toneladas de cabillas, cuadriplico la nómina pasando de
3.500 trabajadores a más de 14000 y generó pérdidas por más 961.000.000 de
dólares.
“Este sencillo ejemplo evidencia por qué
nuestras empresas básicas están quebradas?, por qué es necesario un compromiso
de trabajo integral? Y demuestra una vez más que el ejecutivo nacional miente
al decir que la quiebra de las empresas básicas es culpa de la clase trabajadora”.
Producción
nacional
A juicio de la concejal, es necesario
que estas empresas retomen el carácter productivo para las que fueron creadas
hace más de 40 años, con el fin de cumplir el rol de alternativa no petrolera
frente a la cada vez más creciente dependencia del país al petróleo.
“Estas empresas fueron creadas con la
férrea convicción de convertirlas en una alternativa no petrolera, rentable y
autosuficientes para el desarrollo integral de Venezuela; sin embargo, tras más
de 15 años de revolución, la burocracia, el clientelismo y las políticas
erróneas de un gobierno que se hace llamar obrerista las mantiene al borde la
quiebra.”
Ante este panorama, González aseguró que
cada uno de los acuerdos que se establezcan para tal fin deben ser sometidos a
Asambleas de Trabajadores y al consenso de la población civil.
“No puede ser que el ejecutivo nacional
este negociando entre bastidores y gallos de media noche la entrega de nuestra
industria a China mediante un acuerdo con la empresa China Minmetals
Corporation como lo hizo con nuestros petróleo, gas y oro”
En tal sentido, la concejal llamo a la
clase trabajadora y especialmente los trabajadores que aun creen en el modelo
socialista a despertar del letargo y hacerle frente a estas propuestas, con
ideas y soluciones concretas en el marco democrático que garanticen la
productividad de la industria.
“Frente
a la reducción del personal, la erradicación de los sindicatos, la anulación de
los contratos colectivos y el cierre técnico de las empresas, los trabajadores
deben estar unidos y firmes, para generar propuestas que garanticen la
productividad de la industria” (Prensa
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